Imperiosa necesidad

Hoy la muerte golpeó mi puerta
y yo lentamente le abrí
aprecié en su rostro y leí en sus ojos
el destino que aguardaba para mi.

Me comentó muy serenamente
que cualquier favor le podía pedir
simplemente debía tomar mis armas
y un sorbo de valor consumir.

Ella leyó mis pensamientos
mi alma asesina logró descubrir
sacó a relucir mi dependencia
y mis inevitables ganas de morir.

miércoles, 11 de junio de 2008