Jamas podría mirarla a la cara nuevamente, no luego de que ella me descubiera en aquel acto tan reprochable para ella...
Ya no existia la comodidad a su lado, solo el temor a que quisiera hablarme... Aunque sin duda le debia mi vida, ya que si ella hablaba, de seguro terminaba yo mas muerta que viva...
Lamentable... pues ahora la amaba mas que antes, sumando a aquello toda la cuota de agradecimiento por no delatarme...





[Que mudo ha sido este mes...]

viernes, 16 de octubre de 2009

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